¿Qué es el biohacking?
En los próximos párrafos trataremos de dilucidar el significado más certero y científico de este neologismo, Biohacking. Además, trataremos de hacer un acercamiento que nos permita brindar herramientas más útiles a la hora de comprender este fenómeno que crece mundialmente a pasos agigantados.
Teniendo en cuenta que la información estrictamente científica acerca de este tópico es extremadamente limitada -por no decir inexistente-, haremos el mayor esfuerzo por mantenernos en una línea de información lo más cercana a nuestros estándares de rigor científico.
Extensión de la vida de manera DIY
El término biohacking ha ganado una notoriedad creciente en los últimos años, particularmente dentro de comunidades dedicadas al bienestar, la longevidad y la optimización del rendimiento humano.
La palabra biohacking se comenzó a popularizar a principios del año 2008 cuando se lanzó un foro de discusión en internet que incluía a un puñado de miembros. En mayo de ese mismo año, poco más de cincuenta personas se reunieron para su primera reunión en un bar de la ciudad de Boston. En 2020, el foro de discusión contaba con más de 5000 miembros. Con el pasar de los años, se ha perfeccionado, de la mano de la tecnología, un campo de acción que promete resultados extraordinarios si se ha de utilizar de manera consciente y coherente. https://doi.org/10.1016/j.techfore.2020.120206
Concebido como una forma de automejoramiento del organismo a través de modificaciones biológicas, el biohacking combina conocimientos de diversos campos, como la biología, la filosofía, la tecnología de última generación y las ciencias de la salud para intervenir de forma activa en los procesos fisiológicos del cuerpo con el fin de optimizarlos. La finalidad de este fenómeno puede tomar diversas direcciones de acuerdo a la idea del biohacker en cuestión.Recordemos que es una práctica individual. Todos los objetivos coinciden en puntos en común que son:
- el aumento de la longevidad
- la mejora de la salud y el envejecimiento
- la lucha contra enfermedades
Un punto muy importante es que son ocasionadas por el paso del tiempo.
Este enfoque de modificaciones autogeneradas por el sujeto interesado, puede abarcar muchos cambios. Desde cambios en la dieta, práctica de ejercicios (desde los tradicionales hasta otros que incluyen técnicas muy sofisticadas) hasta la implementación e implantación de tecnología avanzada y la modificación genética.
¿Para qué sirve el biohacking?
El biohacking, en su esencia, busca, como hemos mencionado anteriormente, mejorar la salud y el rendimiento humano. A menudo, con la meta de extender la longevidad, prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, es un campo altamente variado que puede incluir enfoques que van desde lo relativamente convencional, como la suplementación nutricional -que es el tema que nos interesa en Salengei- hasta lo más experimental o incluso controvertido como la edición genética o el uso de implantes tecnológicos en el cuerpo. Es por ello que para entender el biohacking, es crucial comprender algunos conceptos biológicos y tecnológicos que forman la base de muchas de sus prácticas.
Homeostasis
La homeostasis, como sabemos, es un principio clave en biología, y se refiere a la capacidad del organismo para mantener un estado interno estable a pesar de las fluctuaciones que se generan en el entorno externo. Buscar y mantener este equilibrio es fundamental para la supervivencia y la salud del organismo. Es aquí donde el biohacking busca, en muchos casos, intervenir en los mecanismos homeostáticos del cuerpo para lograr un estado mejorado de funcionamiento, por ejemplo, optimizando la producción de neurotransmisores, estimulando la síntesis de proteínas asociadas a la longevidad o mejorando la sensibilidad a la insulina, solo por nombrar algunas.
Plasticidad biológica
La plasticidad biológica se refiere a la capacidad del organismo para adaptarse a cambios en su entorno. Esta plasticidad es evidente en sistemas como el cerebro (plasticidad neuronal) o los músculos (hipertrofia). El biohacking explota esta plasticidad para inducir cambios deseados a través de la modificación del entorno interno o externo.
Tecnología
La integración de la tecnología es otra piedra angular del biohacking. La biomonitorización a través de dispositivos como relojes inteligentes, anillos de seguimiento o sensores de todo tipo, permite a los biohackers recoger datos en tiempo real sobre sus parámetros fisiológicos básicos, tales como la frecuencia cardíaca, la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), la calidad del sueño, y los niveles de glucosa en sangre. Estos datos se utilizan para hacer ajustes personalizados en la dieta, el ejercicio, y otros aspectos del estilo de vida.
Además, la implantación de dispositivos tecnológicos en el cuerpo, también conocido como grinding, es una práctica dentro del biohacking que busca extender las capacidades humanas más allá de las limitaciones naturales. Esto puede incluir desde implantes magnéticos subcutáneos que permiten sentir campos electromagnéticos hasta chips RFID que facilitan el acceso a dispositivos electrónicos sin necesidad de ningún otro mediador físico. Esta práctica, impensada hasta hace poco tiempo, desdibuja el límite entre seres humanos y organismos cibernéticos digitales o cyborgs.
DOI: 10.1016/j.heliyon.2020.e03931
Debido a la complejidad y entrelazamiento de diversos campos involucrados en estas prácticas, desarrollaremos algunas ideas por separado.
Utilizando herramientas de la epigenética
Uno de los campos donde más ha avanzado el biohacking es en el de la epigenética. La epigenética estudia cómo los factores externos pueden influir en la expresión génica sin alterar la secuencia de ADN subyacente. A través de la manipulación epigenética, es posible activar o desactivar ciertos genes, lo que puede tener un impacto significativo en la salud y la longevidad. Prácticas como la restricción calórica, el ayuno intermitente, y ciertos suplementos pueden influir, por ejemplo, en la metilación del ADN, afectando así la expresión génica de una manera que promueve la longevidad y la prevención de enfermedades. https://doi.org/10.1177/1357034X231218413
Algunas sustancias poseen propiedades muy interesantes y que podrían abrir un nuevo horizonte en la extensión de la vida y el mejoramiento de la salud.
Comienza el uso generalizado de las CRISPR
La modificación genética va un paso más allá y aquí ya hablamos de cambios directos en la secuencia de ADN. Lo que antes solo se podía leer o ver en novelas o películas de ciencia ficción, hoy es posible. Lo más interesante es que está al alcance de casi todo el mundo y por costes increíblemente accesibles.
Tecnologías como CRISPR-Cas9 han hecho posible la edición génica con una precisión sin precedentes. Aunque aún es una práctica en gran medida experimental y sujeta a intensos debates éticos, algunos biohackers han comenzado a explorar la posibilidad de utilizar la edición genética para prevenir enfermedades hereditarias o incluso mejorar rasgos físicos y cognitivos. https://doi.org/10.1038/524398a
Desde la primera demostración de la edición genética basada en CRISPR, el campo ha evolucionado a un ritmo sin precedentes. Las capacidades de los editores genómicos dependientes de DSB de primera generación basados en las nucleasas Cas9 y Cas12a. Han mejorado, gracias a las innovaciones continuas, que no solo han aumentado la versatilidad de estas herramientas, sino que también han refinado su precisión y minimizado las consecuencias de la edición no deseada.
CRISPR en estrategias de corrección terapéutica
La última década de edición genómica mediante CRISPR ha culminado con el desarrollo de una multitud de enfoques terapéuticos para enfermedades genéticas. Varios de los cuales han pasado de estudios preclínicos en modelos animales y celulares a ensayos clínicos en humanos. Esto incluye estrategias de corrección terapéutica tanto in vivo como ex vivo. Los enfoques de corrección terapéutica in vivo implican la administración de componentes de edición genética a los tejidos afectados dentro del cuerpo humano, campo que es aprovechado por el biohacking. Entre las enfermedades donde se pueden (o podrían) aplicar estas técnicas se cuentan la distrofia muscular de Duchenne, la amaurosis congénita de Leber tipo 10, una distrofia retiniana causada por mutaciones patógenas en el gen CEP290. También existen casos de éxito en la amiloidosis por transtiretina. Ésta es una enfermedad causada por la acumulación dañina de TTR mal plegada en el corazón o el sistema nervioso. Como la TTR se produce predominantemente en el hígado, una estrategia terapéutica eficaz para la amiloidosis por TTR ha utilizado la administración mediada por LNP de ARNm de Cas9 y sgRNA sintéticos para inactivar este gen en el hígado. 10.1016/j.cell.2024.01.042
Tipos de biohacking
Existen diferentes enfoques dentro del biohacking, cada uno con sus propios métodos y objetivos. A continuación, se describen algunos de los más comunes.
Nutrigenómica
La nutrigenómica es el estudio de cómo los alimentos interactúan con nuestros genes para afectar la salud. Los biohackers utilizan este conocimiento para diseñar dietas personalizadas. Dietas que maximicen la expresión de genes beneficiosos y minimicen los efectos de los genes asociados con enfermedades. Por ejemplo, ciertas dietas pueden ser diseñadas para reducir la inflamación crónica un factor de riesgo para numerosas enfermedades. Otras están orientadas a disminuir la cantidad de calorías ingeridas, con el fin de activar proteínas como las Sirt1 y Sirt2, que están ampliamente estudiadas y podrían alargar la vida útil de algunos organismos.
CRISPR en estrategias de corrección terapéutica
Complementos alimenticios
La suplementación es otra área central del biohacking (y lo que nos importa mucho en Salengei). Los biohackers suelen emplear una variedad de complementos alimenticios. Desde los convencionales como vitaminas, minerales y oligoelementos, hasta compuestos más avanzados como los nootrópicos (sustancias que mejoran la función cognitiva), los adaptógenos (plantas que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés) y péptidos (cadenas cortas de aminoácidos que pueden influir en la señalización celular).
Descanso oportuno
El sueño otro aspecto crucial de la salud que los biohackers buscan optimizar. Las prácticas pueden incluir desde el ajuste del entorno del sueño (como la temperatura y la exposición a la luz azul) hasta la suplementación con melatonina, magnesio o GABA para mejorar la calidad del sueño. Además, algunos biohackers emplean técnicas como la deprivación del sueño controlada o los ciclos de sueño polifásico para estudiar cómo la modificación de los patrones de sueño puede influir en la productividad y la recuperación física.
Ejercicio físico
Quizá en el entrenamiento físico es donde podemos apreciar la máxima expresión donde los biohackers buscan optimizar los resultados. Aquí se utilizan desde métodos convencionales como el entrenamiento de resistencia y la hipertrofia muscular hasta técnicas más avanzadas como la electroestimulación muscular, que utiliza impulsos eléctricos para estimular la contracción muscular, aumentando así la eficiencia del entrenamiento. El entrenamiento en altitud simulada es otra técnica que busca mejorar la capacidad aeróbica al simular condiciones de baja presión de oxígeno. También el consumo de complementos alimenticios que contribuyan a reforzar los músculos y a la recuperación post-deporte.
Salud mental
El biohacking cognitivo busca mejorar la función cerebral y la salud mental. Los métodos pueden incluir:
- el uso de nootrópicos
- la meditación guiada
- la estimulación cerebral a través de dispositivos de estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS)
- la práctica de técnicas como el neurofeedback, que entrena al cerebro para autoregular sus propias ondas cerebrales.
- técnicas como la privación sensorial* y la microdosificación de psicodélicos para mejorar la creatividad y la función cognitiva.
Riesgos y consideraciones éticas
Aunque el biohacking ofrece el potencial de grandes beneficios, también presenta riesgos significativos, tanto en términos de salud como en términos éticos. Muchos de los enfoques más avanzados, como la modificación genética o la implantación de dispositivos tecnológicos, son aún experimentales y no están exentos de complicaciones. La falta de regulación en algunos aspectos del biohacking también plantea preocupaciones sobre la seguridad de estas prácticas.
Desde un punto de vista ético, el biohacking plantea preguntas importantes sobre la naturaleza humana y los límites de la intervención tecnológica, campo donde también la filosofía aporta su punto de vista. La posibilidad de editar genes para mejorar ciertos rasgos o la implementación de tecnología que aumente las capacidades humanas plantea desafíos sobre la equidad, el consentimiento informado, y las implicaciones a largo plazo de tales modificaciones.
En cuanto a la regulación y legislación, muchas prácticas de biohacking aún no están completamente reguladas. Existe una gran incertidumbre sobre las implicaciones legales de estas intervenciones. Las leyes en torno a la modificación genética, por ejemplo, varían ampliamente entre diferentes países. La implantación de dispositivos médicos o tecnológicos puede requerir aprobación de agencias reguladoras como la FDA en Estados Unidos o la EMA en Europa.
Además, la posibilidad de utilizar el biohacking para mejorar capacidades humanas plantea el debate sobre la discriminación tecnológica. Si ciertas tecnologías o intervenciones solo están disponibles para aquellos con los recursos financieros para acceder a ellas, esto podría exacerbar las desigualdades existentes en la sociedad.
En Salengei apostamos por prácticas responsables, probadas mediante estudios científicos y con el aval de nuestro equipo técnico, dirigido por la Dra. Gloria Sabater, quien se encarga de supervisar personal y minuciosamente todos los productos y programas sugeridos en nuestro local y web.
Conclusión
El biohacking es una práctica que representa una frontera emocionante que se encuentra todavía en pañales. Aun así, ha llegado a sorprendernos de una manera en que pareciera que estamos viviendo en el futuro mismo.
De momento se encuentra en una encrucijada donde convergen la ciencia, la tecnología y la ética. A medida que las tecnologías avanzan y se vuelven más accesibles, es probable que veamos una proliferación de prácticas de biohacking tanto en contextos de bienestar general como en aplicaciones clínicas. Las áreas emergentes como la biología sintética y la inteligencia artificial tienen el potencial de transformar aún más el campo, permitiendo un grado sin precedentes de personalización y control sobre los procesos biológicos.
Sin embargo, para que el biohacking realice su máximo potencial, será crucial un enfoque equilibrado que considere no solo los beneficios individuales, sino también las implicaciones sociales y éticas de modificar la biología humana de maneras tan profundas.
En una próxima entrega de nuestro blog de Salengei, ahondaremos en el tema de los complementos nutricionales para acercarnos de una manera segura y preventiva a lo que nosotros entendemos por biochacking.
