Bienvenido/a una vez más al blog de Salengei, donde te contamos todo acerca de cómo mejorar tu calidad de vida, siempre basándonos en información científica comprobada. Además, aquí recibes tips de nuestros complementos para que puedas explotar tu mejor versión. Hoy nos enfocaremos en un tópico que nos interesa mucho y es la memoria.

Introducimos un dato curioso…

Cuando le preguntaron al campeón mundial de la memoria Ramón Campayo acerca de su asombrosa técnica para memorizar secuencias de 48 números binarios luego de haberlas visto durante sólo un segundo, él respondió claramente: uso una técnica muy simple, la asociación de ideas. La verdad sea dicha y este español que ostenta 28 campeonatos en diferentes países, cuenta con un CI (coeficiente intelectual) de 194. Otro superdotado, el alemán Boris Nikolai Konrad también utiliza la misma técnica y así lo explica en su sitio web: “Nuestro cerebro es extremadamente bueno para recordar lo que experimentamos, vemos y también dónde sucede algo. Si luego puedes transformar un contenido abstracto en una experiencia, tu cerebro ya sabe cómo guardarlo y el contenido real no se pierde.”

La verdad es que la técnica seguramente es bastante simple, pero si sólo fuera aplicarla todos podríamos llegar a ser como ellos. Para el resto de los mortales, os vamos a explicar un poco más acerca de la complejidad de las reacciones que ocurren dentro de nuestro organismo y cómo sacar el mayor partido de nuestra alimentación.

Factores que influyen en la memoria

Claro está que son varios los puntos a tener en cuenta cuando hablamos de pérdida de la memoria en adultos. Entre los que investigó la Dra. Gloria Sabater, jefa del departamento de I+D de Salengei, se encuentran varios grupos que podemos dividir según sean:

• Genéticos: el gen de la APOE, su relación con la MTHFR (metiltetrahidrofolatoreductasa) y la generación de las placas de Aβ (beta-amiloide).
• Estrés oxidativo: la generación de radicales libres que ocasionan daño neuronal.
• Vascular: la tensión arterial y su relación con los niveles de homocisteína.
• Sinapsis: el papel de los fosfolípidos y los ácidos grasos omega 3.   
• Complementación: papel fundamental de la cúrcuma, los omega 3, gingko biloba, bacopa monieri, vitaminas del complejo B (especialmente el ácido fólico).
• Estilos de vida: beneficios de la actividad física y la estimulación cerebral o ejercicio mental.

Larga vida a la cúrcuma

La cúrcuma es una especie ampliamente utilizada en la cocina asiática y es una parte fundamental del curry. A los sabidos efectos antiinflamatorios, de los que ya hemos hablado en otros artículos, se suma un efecto reflejado en un estudio científico realizado en ratas. El objetivo de este estudio fue investigar los efectos de la mezcla de curcuminoides y los componentes individuales sobre el aprendizaje espacial y la memoria en un modelo de rata de AD con infusión de péptido beta-amiloide y sobre la expresión de PSD-95. La PSD-95 es una proteína de densidad postsináptica que regula el tráfico y la localización de receptores de glutamato en estructuras cerebrales. Dicho estudio mostró un efecto de mejora de la memoria en ratas que mostraban una pérdida neuronal similar a la sufrida en la Enfermedad de Alzheimer.

La cúrcuma es un potente antiinflamatorio capaz de atravesar la barrera hematoencefálica

https://doi.org/10.1016/j.neuroscience.2010.05.078

Nuestro ACTIVE MEMORY incorpora 400 mg de Longvida® (Extracto seco de cúrcuma).
En concreto, este extracto de curuma tiene la capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica para producir sus efectos directamente en el órgano diana.

Los famosos ácidos grasos poliinsturados

Los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA, por su nomenclatura en inglés) son fundamentales para el mantenimiento de la función cerebral y la prevención de disfunciones cognitivas. Estos incluyen los ácidos grasos omega 3, como el ácido alfa linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).

En concreto el DHA es el ácido graso más indicado para el buen funcionamiento del cerebro y para la vista. Os recomendamos especialmente el ACTIVE Ω-3 DHA por su alta concentración en este omega 3 o el ACTIVE STRESS CONTROL que además de la omega 3 DHA contiene vitaminas del grupo B, en concreto la B6, B12 y ácido fólico también necesarias para el cerebro.

Los ácidos grasos poliinsaturados los encontramos en la dieta principalmente en pescados azules, ciertas semillas como la linaza y en frutos secos como las nueces.

Al ser el ALA un ácido graso esencial, se tiene que obtener de los alimentos y de ciertas fuentes fiables de complementos alimenticios. En ciertas situaciones límites, el ALA puede ser elongado y desaturado hasta transformarse en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (EPA y DHA), pero esta transformación solo se da en cantidades muy pequeñas, por lo tanto, la única manera de aumentar las concentraciones de estos ácidos grasos en el organismo es obteniéndolos a través de la nutrición o mediante complementos.

Los PUFA se encuentran en alimentos vegetales y animales, tales como pescados de aguas frías y algunos aceites vegetales de ciertas semillas como la linaza; también en frutos secos como las nueces. Consumir cantidades moderadas de PUFA puede tener beneficios para la salud, puesto que al incorporarse a los fosfolípidos contribuyen a dar flexibilidad a las membranas, facilitando la interacción con las proteínas enzimáticas y su función, como así también la de los canales iónicos.

Como dato adicional, el nivel de DHA parece ser un regulador importante de la captación de glucosa en el cerebro, posiblemente al afectar la actividad de algunos  transportadores de glucosa.

Los ácidos grasos poliinsaturados son esenciales en cualquier etapa de la vida.

Según un estudio llevado a cabo en Alemania, los ácidos grasos omega 3 de cadena larga mejorarían la función y la estructura del cerebro en los adultos mayores. Para ello se evaluaron sesenta y cinco sujetos sanos que completaron con éxito más de medio año de ingesta de aceite de pescado y placebo. Antes y después del período de intervención, se evaluó el rendimiento cognitivo, las neuroimágenes estructurales, los marcadores vasculares y los parámetros sanguíneos. Las conclusiones fueron que hubo un aumento significativo en las funciones ejecutivas en comparación con el placebo. En paralelo, se vieron efectos beneficiosos sobre la integridad microestructural de la sustancia blanca y el volumen de la sustancia gris en las áreas frontal, temporal, parietal y límbica principalmente del hemisferio izquierdo, y sobre el grosor de la íntima media carotídea y la presión arterial diastólica. Las mejoras en las funciones ejecutivas se correlacionaron positivamente con cambios en el índice omega-3 y los factores neurotróficos, y negativamente con cambios en la insulina periférica en ayunas.

https://doi.org/10.1093/cercor/bht163

La importancia del aporte de ácidos grasos omega 3 es esencial en todas las etapas de la vida, pero especialmente durante la niñez, cuando el cerebro necesita realizar grandes cambios plásticos y son necesarias mayores cantidades. Esto también es crítico durante la adolescencia puesto que la alimentación sufre un deterioro cualitativo relacionado con los comportamientos propios de la edad. Lo mismo sucede en la adultez y especialmente en la vejez, ya que la absorción de estos ácidos grasos se ve disminuida.  

La famosa APOE

La apoE tiene un papel clave en el transporte de lípidos tanto en el plasma como en el sistema nervioso central. Sus tres isoformas estructurales afectan de manera diferencial el riesgo de desarrollar aterosclerosis y trastornos neurodegenerativos, entre los que se incluye la enfermedad de Alzheimer.

ApoE2 se asocia con hiperlipoproteinemia tipo III, así también con un aumento o disminución del riesgo de ateroesclerosis.

Al día de hoy, el ojo está puesto principalmente en la isoforma ApoE4 puesto que está implicada con ateroesclerosis, metabolismo de la glucosa alterado, enfermedad de Alzheimer, deficiencias en el desarrollo cognitivo y disminución de la función mitocondrial entre otras alteraciones.

Un marcador poco utilizado: la homocisteína

La homocisteína es un aminoácido sulfurado que se origina en el metabolismo de la metionina. Es una molécula particularmente agresiva para el endotelio arterial. Numerosos estudios sugieren que un aumento en los niveles de homocisteína plasmática se asocia a un mayor riesgo de enfermedad coronaria y vascular cerebral.

La homocisteína es un aminoácido sulfurado que se origina en el metabolismo de la metionina.

La causa más frecuente de exceso de homocisteína plasmática es el déficit de ácido fólico. La relación entre el ácido fólico y la homocisteína es hiperbólica, por lo que en los individuos con concentraciones altas de ácido fólico la hiperhomocisteinemia es rara.

El déficit de vitaminas B6, B12 y el ya nombrado ácido fólico provoca un aumento de la concentración plasmática de homocisteína. En muchos países industrializados, sobre todo los situados fuera del área mediterránea, el consumo de ácido fólico es insuficiente por lo que se añade a determinados alimentos.

Elsevier Revista de Medicina Integral Vol. 36. Núm. 5. páginas 179-185 (Septiembre 2000)

El ácido fólico, como su nombre lo indica, proviene de las hojas y es por ello que es común encontrarlo en verduras de hojas verdes y en las crucíferas. También lo podemos encontrar en algunas frutas como el melocotón, aguacate, naranja, plátano y fresa.   

Como dijimos anteriormente, la homocisteína tiene un efecto citotóxico directo sobre las células endoteliales en cultivo. Se ha observado una alteración de la función endotelial valorada mediante eco-doppler en los individuos con hiperhomocisteinemia moderada y una mejoría de ésta al disminuir la concentración de homocisteína mediante el tratamiento con ácido fólico. DOI: 10.1016/s0735-1097(99)00469-6

El déficit de vitaminas B6, B12 y el ácido fólico provoca un aumento de la concentración plasmática de homocisteína

Recordemos que tanto niveles altos de homocisteína son tan perjudiciales como los niveles muy bajos de este marcador. Regresando a nuestro tema de la memoria, la homocisteinemia alta estaría involucrada en deterioro de la memoria episódica (DOI: 10.3233 / JAD-2011-110752), aprendizaje espacial (DOI: 10.1016/j.jns.2012.07.002), aprendizaje reverso (DOI:10.1016/j.expneurol.2005.07.003) y función ejecutiva (DOI: 10.3389/fnbeh.2014.00343)

Nuestro ACTIVE MEMORY contiene 300 μg de ácido fólico-Quatrefolic® que es precisamente la forma activa del ácido folico.

El ejercicio físico y los factores neurotróficos

Los factores neurotróficos (NGF, del inglés nerve growth factor) son varias proteínas que incluyen al factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, del inglés brain-derived neurotrophic factor), la neurotrofina-1 (NT-1), la NT-3 y la NT-4.

 Cuando estos factores circulan en el torrente sanguíneo, son capaces de unirse a determinados receptores para estimular la supervivencia e impedir que las neuronas inicien la apoptosis.

La mayor parte de actividades que realizamos diariamente consisten en una serie de rutinas que hacen que el cerebro funcione en modo piloto automático, es decir, esas actividades hacen que tome siempre las vías neuronales ya construidas y evitar la producción de neurotrofinas.

Tanto el ejercicio mental como la actividad física estimulan la síntesis de factores neurotróficos que incitan al cerebro a funcionar mejor. Esto se pudo comprobar en un estudio con ratas quienes fueron sometidas a ejercicio en cinta rodante cinco días a la semana durante ocho semanas. Los resultados mostraron niveles de NGF significativamente altos y una reducción significativa de la apoptosis.
(DOI: 10.1016/j.neuint.2009.02.024)

Existen varios ejercicios que son apropiados para estimular la secreción de NGF y muy fáciles de realizar incluso durante nuestras actividades cotidianas. Entre ellos podemos nombrar el intentar ducharse con los ojos cerrados para localizar el grifo, buscar el jabón y/o champú al tomar una ducha, utilizar la mano no dominante para escribir o lavarse los dientes y por último tratar de identificar objetos de uso frecuente pero sin ayuda de la vista.

Para finalizar

Nuevamente nos hemos entusiasmado con otro artículo y se nos ha hecho un poco largo, pero es nuestra pasión por la búsqueda continua del bienestar lo que nos guía. Como siempre recomendamos a nuestros amigos lectores, una alimentación balanceada, una práctica de actividad física recreativa en forma continuada y una vida con menor estrés puesto que son la clave para vivir más y mejor. Nuestros productos ayudan en las deficiencias y deben ser consumidos dentro de un plan adecuado donde se hayan fijado objetivos claros. Es por ello que te invitamos a visitarnos www.salengei.com  envíanos tus dudas y comentarios a nuestro correo electrónico: info@salengei.com.

Esperamos volver a encontrarnos en la próxima edición. Un gran saludo.