La situación de confinamiento y las incertidumbres pueden acentuar el estrés y el cansancio

El estrés es una situación en la que se ha encontrado el ser humano desde hace millones de años. Desde que era cazador, teniendo que luchar contra la fiera o huir.

Ahora las amenazas a las que nos enfrentamos son diferentes, muchas de ellas son psicológicas, como el trabajo, la familia o la situación que estamos viviendo ahora por el COVID- 19, confinados en casa sin poder salir.

Aun pudiendo ser gratificante para muchos esta oportunidad de estar más tiempo en familia, jugando con los niños, cocinar nuevas recetas e inventar nuevas maneras de hacer ejercicio online etc., seguro que para muchos es difícil o bien la convivencia o bien no poder socializar, disfrutar de la naturaleza e ir a la playa o a la montaña. Respirar aire puro, que nos den esos rayos de sol en la cara y sintamos su calor, coger la bicicleta y jugar al balón con los niños….

Para muchos otros la situación no será básicamente resistir en casa, sino que posiblemente estén viviendo situaciones de estrés, algunos por problemas que ya tenían con la pareja y que ahora salen a la luz al estar más tiempo juntos. Hemos visto en las noticias como han aumentado el número de divorcios en China: hasta tienen lista de espera de tres semanas.

Otro tema que puede ser crítico es el de no poder trabajar y no poder llevar el sustento a casa.  O haber sufrido algún ERTE por parte de la empresa con incertidumbre respecto al futuro laboral.

Y los que desgraciadamente tienen a un familiar en el Hospital o que ha fallecido. Médicos, enfermeros, camilleros, cocineros de residencias o clínicas, farmacéuticos, y un gran número de gente que permanece “oculta” ayudando cada día, sufren estrés. Todos con un mismo propósito, luchar por sobrevivir en esta situación inesperada y carente de muchas explicaciones lógicas.

Es ahora cuando podemos hacer uso de la resiliencia y apoyarnos con algún complemento alimenticio que nos ayude a combatir este tipo de situaciones, haciendo que nuestro cuerpo se sienta mejor nutrido y con esas vitaminas que nos hagan ser más fuertes para combatir este estrés y cansancio y no decaer o enfermar como consecuencia de lo que cada uno de nosotros estamos viviendo.

Como se inicia el estrés

El estrés es un estado de homeostasis amenazada, provocado por un “agente estresante”, psicológico, ambiental o fisiológico.

Es la consecuencia de un estímulo externo y/o interno, que activa el eje HHA (hipotálamo hipófisis-adrenales) y el sistema nervioso simpático del que resulta un cambio fisiológico o un mecanismo de adaptación, de forma que el organismo puede convivir con la amenaza.

A veces el estrés puede ser bueno, como preparar una fiesta o un viaje, pero cuando el estrés es malo puede llevarnos a un estado de ansiedad o depresión, ya que tenemos la sensación (o es una realidad) de que no podemos controlar la causa o las causas que lo producen, y de una situación aguda se pasa a una situación crónica.

Síntomas de estrés

• – Empezar a fumar o fumar más de lo habitual
• – Debilidad o ligeros temblores entre comidas
• – Dificultades para conciliar el sueño
• – Problemas de peso
• – Calambres musculares, tensión muscular
• – Incremento en la frecuencia cardiaca
• – Boca seca
• – Sudoración excesiva
• – Dificultad para tomar decisiones
• – Sentirse deprimido o triste

En el caso del confinamiento puede ser que se trate de estrés emocional y esto pueda conducir a un desequilibrio en la producción de hormonas y en la síntesis de neurotransmisores.

Con estrés, nuestro cuerpo genera más cortisol, como consecuencia, dormiremos peor.

En una etapa inicial de estrés, puede que sinteticemos más DHEA (Dehidroepiandrosterona) que nos ayuda a mantener esta etapa de “resistencia” al estrés. Pero si se prolonga por mucho tiempo, entonces baja la producción de DHEA. Otra consecuencia es que puede acabar bajando mucho el cortisol por fallo de nuestras adrenales.  y entonces entraremos en una etapa de fatiga aguda o crónica.

Por ello es importante que por un lado hagamos algunos ejercicios de respiración o bien yoga, meditación… y por otro lado nutrirnos con ácidos grasos omega 3 para que nuestras neuronas puedan conectarse y fluyan las reflexiones, pensamientos o reacciones controladas de respuesta adecuada a una situación determinada.

Porque a veces el estrés no nos lo permite, no nos permite pensar y podemos sentirnos mentalmente bloqueados a la vez que cansados.

Active Stress Control

En este sentido os puede ayudar, el Active Stress Control de Salengei, un complemento alimenticio indicado para aliviar los síntomas asociados al estrés, el cansancio y la fatiga.

Contiene ácidos grasos Omega-3 procedentes de aceite de pescado, de extracción en frío (76% DHA en forma de triglicéridos) y vitaminas del complejo B.

Los omega 3 no solo son buenos para la función cardiovascular, también y en concreto el DHA, es bueno para la sinapsis neuronal, lo que contribuye al funcionamiento normal del cerebro.

Si lo que hablamos es de cerebro, la vitamina B5 o ácido pantoténico es necesaria para un rendimiento intelectual normal.

En cuanto a las vitaminas que ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga tenemos que tomar las vitaminas B2, B3, B5, B6, B9 y B12.

Para un correcto funcionamiento del Sistema Nervioso las vitaminas clave son la B1, B2, B3, B6, B8, y B12.

Pero como decíamos, muchas de estas situaciones afectan a nuestra función psicológica, y por ello para su mantenimiento en  condiciones normales vamos a apoyarnos con las vitaminas B1, B3, B6, B8, B9 y B12.

Así pues un complemento alimenticio como el Active Stress Control es nuestro aliado perfecto para que nuestro cuerpo se sienta nutrido y tenga fuerza para luchar y resistir en situaciones de estrés como el confinamiento actual por el COVID-19.