Vitamina D3, ¿por qué deberías asociarlas con la Vitamina C y la Vitamina K2 y los omega 3?

La salud de nuestro cuerpo depende de múltiples factores, y una correcta ingesta de nutrientes es fundamental para mantener un buen funcionamiento. En este contexto, la vitamina D3 juega un …
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La salud de nuestro cuerpo depende de múltiples factores, y una correcta ingesta de nutrientes es fundamental para mantener un buen funcionamiento. En este contexto, la vitamina D3 juega un papel crucial en procesos como la absorción de calcio y el mantenimiento de la salud ósea, pero su efectividad puede aumentar significativamente cuando se asocia con otros nutrientes como la vitamina C, la vitamina K2 y los ácidos grasos omega-3. 

En el blog anterior exploramos los beneficios de la vitamina D3 y por qué tenemos déficit de esta vitamina. Ampliaremos información sobre la Vitamina D y porqué deberíamos asociarlas con la vitamina C, la K2 y los Omega 3. Exploraremos las razones por las cuales estas combinaciones son tan beneficiosas para el organismo, analizando cómo contribuyen a la absorción, el metabolismo y el aprovechamiento de la vitamina D3. 

Vitamina D3 y Vitamina C

La vitamina D (ya sea en su forma D2 o D3) se absorbe principalmente en el intestino delgado, aunque este proceso es más complejo que simplemente ingerirla y que esta pase automáticamente a la sangre. Diversos factores intervienen en su absorción, y la vitamina C desempeña un papel crucial en mejorar tanto su absorción como su metabolismo.

Absorción intestinal de la vitamina D

La vitamina D, ya sea obtenida de los alimentos (pescados grasos, huevos, lácteos, hongos) o de suplementos, debe atravesar varias etapas en el intestino delgado para ser absorbida de manera eficiente.

  • Localización de la absorción: La vitamina D se absorbe principalmente en la parte media del intestino delgado, en el duodeno y el yeyuno.
  • Mecanismo de absorción: Al ser liposoluble, la vitamina D no se disuelve en agua. Para ser absorbida, debe mezclarse con los ácidos biliares secretados por el hígado, lo que da lugar a la formación de micelas, pequeñas estructuras que permiten que la vitamina D atraviese la membrana intestinal.
  • Transporte a través de la membrana intestinal: La vitamina D puede ingresar a los enterocitos (células intestinales) de dos maneras:
    • Difusión pasiva (cuando hay altas concentraciones de vitamina D).
    • Transportadores dependientes de proteínas (cuando las concentraciones son bajas).
  • Incorporación en los quilomicrones y paso a la sangre: Una vez dentro de los enterocitos, la vitamina D se empaqueta en quilomicrones, estructuras que contienen otras grasas. Estos quilomicrones ingresan al sistema linfático y posteriormente a la circulación sanguínea, donde la vitamina D es transportada por la proteína transportadora de vitamina D (DBP), codificada por el gen GC.

¿Por qué la vitamina C es importante en este proceso?

Aunque la vitamina C no es liposoluble, como la vitamina D, tiene un rol fundamental en diversas etapas de su absorción y metabolismo:

  • Estimula la producción de sales biliares: La vitamina C favorece la síntesis de ácidos biliares en el hígado, lo que garantiza la cantidad adecuada para la emulsificación de la vitamina D.
  • Mejora la salud de la mucosa intestinal: Como antioxidante, la vitamina C protege el intestino del daño oxidativo y la inflamación, lo que contribuye a una mejor absorción de la vitamina D y otros nutrientes.
  • Facilita el metabolismo y la activación de la vitamina D: La vitamina D necesita ser transformada en su forma activa a través de reacciones enzimáticas en el hígado y los riñones, procesos que dependen de factores genéticos.
  • Reduce la degradación de la vitamina D: La vitamina C puede ayudar a modular la actividad de enzimas como la CYP24A1, que degradan la vitamina D cuando los niveles son elevados. Esto podría evitar la degradación excesiva de la vitamina D y prolongar su acción en el organismo.

Vitamina D3 y Vitamina K2

La vitamina D es esencial para la absorción de calcio, pero sin la vitamina K2, este calcio podría depositarse en lugares no deseados, como las arterias, lo que podría formar placa, en lugar de dirigirse a los huesos. Asociarlas es fundamental para una correcta utilización del calcio en el cuerpo.

La vitamina D aumenta la absorción de calcio

La vitamina D (D3 o colecalciferol) estimula la producción de calbindina, una proteína que facilita la absorción de calcio en el intestino. Además, incrementa la expresión de genes relacionados con la absorción y el transporte de calcio en las células intestinales. Como consecuencia, más calcio entra al torrente sanguíneo.

Problema: Si este calcio no se dirige correctamente a los huesos, puede terminar acumulándose en arterias o tejidos blandos, contribuyendo a la calcificación arterial y aumentando el riesgo cardiovascular.

La vitamina K2 dirige el calcio al lugar correcto

La vitamina K2 (menaquinona, especialmente MK-7) activa proteínas dependientes de vitamina K que regulan el uso del calcio:

  • Osteocalcina: Transporta el calcio a los huesos y lo fija en la matriz ósea.
  • MGP (proteína Gla de la matriz): Previene la acumulación de calcio en las arterias y tejidos blandos.

Sin suficiente vitamina K2, estas proteínas quedan inactivas, lo que permite que el calcio se deposite en lugares no deseados.

Solución: La vitamina K2 evita que el calcio termine en las arterias y lo redirige hacia los huesos, fortaleciendo el esqueleto sin riesgos cardiovasculares.

Beneficios de tomar vitamina D y K2 juntas

  • Huesos más fuertes: Garantiza que el calcio absorbido se fije correctamente en la estructura ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis.
  • Protección cardiovascular: Previene la calcificación de arterias y órganos blandos.
  • Mejor equilibrio mineral: Ayuda a evitar desajustes en la regulación del calcio en sangre.

Vitamina D3 y Omega-3 

La combinación de vitamina D y omega-3 ofrece múltiples beneficios, tanto en términos de absorción como de sinergia en sus efectos fisiológicos. Entre sus beneficios:

Mejora de la absorción de la vitamina D

La vitamina D es liposoluble, lo que significa que su absorción se optimiza cuando se consume junto con grasas saludables. Los ácidos grasos omega-3, en particular los derivados del aceite de pescado (EPA y DHA), proporcionan una matriz grasa ideal para facilitar la absorción de la vitamina D en el intestino.

Efectos sinérgicos sobre la inflamación

Tanto la vitamina D como los omega-3 poseen propiedades antiinflamatorias. Mientras que la vitamina D regula la respuesta inmune y disminuye la producción de citoquinas proinflamatorias, los omega-3 modulan la inflamación a través de la producción de resolvinas y protectinas. Esta sinergia resulta especialmente beneficiosa en condiciones inflamatorias crónicas, tales como enfermedades autoinmunes, cardiovasculares y metabólicas.

El EPA (ácido eicosapentaenoico) es un excelente antiinflamatorio. Su principal acción se debe a que compite con el ácido araquidónico (AA) en la producción de eicosanoides, modulando la respuesta inflamatoria a varios niveles:

  • Disminución de eicosanoides proinflamatorios: El EPA reduce la producción de prostaglandinas (PGE2), tromboxanos (TXA2) y leucotrienos (LTB4), que son derivados del ácido araquidónico y tienen efectos proinflamatorios significativos.
  • Producción de resolvinas (EPA RvE1 y RvE2): Las resolvinas derivadas del EPA ayudan a resolver la inflamación, no solo suprimirla, lo que resulta crucial en enfermedades crónicas.
  • Reducción de citocinas proinflamatorias: El EPA contribuye a la disminución de niveles de citocinas inflamatorias, tales como TNF-α, IL-1β e IL-6, lo que es fundamental en enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares y resistencia a la insulina.

Protección vascular y cardiovascular

El EPA ejerce una acción protectora sobre las arterias, reduciendo la inflamación endotelial, disminuyendo la agregación plaquetaria y ayudando a reducir los triglicéridos.

Beneficios para la salud ósea y muscular
La vitamina D es esencial para la absorción del calcio y el mantenimiento de la salud ósea. Los omega-3, por su parte, favorecen la salud articular y muscular, reduciendo la degradación del cartílago y apoyando la función muscular. Esta combinación es particularmente útil para prevenir la osteoporosis, mejorar la recuperación muscular y reducir el riesgo de sarcopenia en personas mayores.

Apoyo a la función cognitiva y neurológica
Ambos nutrientes juegan un papel clave en la salud cerebral:

  • La vitamina D participa en la neuroprotección y en la producción de neurotransmisores.
  • Los omega-3, especialmente el DHA, son fundamentales para la estructura de las membranas neuronales y la plasticidad sináptica.

La combinación de ambos puede ser relevante en la prevención del deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas.

Efectos positivos sobre la salud cardiovascular
La vitamina D puede ayudar a regular la presión arterial y mejorar la función endotelial. Los omega-3 reducen los triglicéridos, mejoran la elasticidad arterial y disminuyen el riesgo de arritmias. Juntos, estos nutrientes pueden contribuir a la protección cardiovascular y al equilibrio de los lípidos en sangre.

¿Qué combinación es más efectiva?

Para obtener un efecto antiinflamatorio potente, un suplemento con mayor proporción de EPA que de DHA (por ejemplo, 3:1) puede ser más efectivo. Por otro lado, para beneficios neurológicos y en la estructura de las membranas celulares, se recomienda una proporción equilibrada o superior en DHA.

Conclusión

La combinación de vitamina D3 con vitamina C, K2 y ácidos grasos omega-3 no solo potencia la absorción y la efectividad de la vitamina D, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios para la salud general. 

  • La vitamina C facilita su absorción y metabolismo
  • La vitamina K2 asegura que el calcio se dirija a los huesos y no se acumule en arterias
  • Los omega-3 refuerzan la acción antiinflamatoria y protegen la salud cardiovascular. 

Incorporar estos nutrientes de manera adecuada puede tener un impacto positivo en el fortalecimiento de huesos, la protección cardiovascular y la prevención de enfermedades crónicas, mejorando así la calidad de vida a largo plazo.

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