Inmunidad

Desde un punto nutricional, los pescados se clasifican según su contenido en grasa: pescados grasos o azules, semigrasos y magros o blancos. Sólo los pescados grasos o semigrasos contienen altos niveles de Omega 3, los cuales, los más conocidos son el EPA y DHA. Estos ácidos grasos han demostrado que son beneficiosos para la salud.

VivoMega™ es un aceite purificado de aceite de pescado con omega-3 de primera calidad. Concentrado con alto contenido de EPA a base de triglicéridos (TG) elaborado a partir de aceite de pescado. La especificación es un producto con un mínimo de 90 % de TG con 2,5 a 5,0 mg/g de tocoferoles mixtos añadidos. El tocoferol mixto (E306) es de calidad no modificada genéticamente y con identidad preservada.

VivoMega™ es sostenible y no sólo deben aportar un beneficio al consumidor, sino también contribuir a la protección del medio ambiente.

Los omega 3 son un tipo de ácidos grasos esenciales que no pueden ser sintetizados por el organismo y por lo tanto deben ser incorporados a través de la dieta. Para cubrir las necesidades diarias de este nutriente, a menudo es necesario recurrir al consumo de complementos alimenticios, especialmente en etapas en las que estos requerimientos aumentan, como el embarazo(1).

Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (EPA y DHA) se producen principalmente a partir de microalgas marinas antes de ingresar a la cadena alimenticia de los peces. Estas microalgas poseen las enzimas necesarias para sintetizar de forma eficiente el DHA, a partir del ácido graso α-linolénico (ALA). Sin embargo, el ALA (precursor del EPA y del DHA) que se obtiene de la dieta, produce poco DHA en el organismo de los humanos, por lo que para obtener DHA se hace más efectivo el consumo de pescado azul o la toma de un complemento dietético de ácidos grasos Omega 3(2).

Los omega-3 se encuentran mayoritariamente en pescados azules como salmón, caballa, atún, arenques y sardinas. También se encuentran en nueces y semillas (como semillas de linaza, de chía y nueces).

El ácido docosahexaenoico (DHA) es un ácido graso omega 3 con propiedades antiinflamatorias y con un importante papel en el desarrollo del cerebro y la visión. El ácido eicosapentaenoico (EPA), por otro lado, es un omega 3 precursor de sustancias antiinflamatorias y resulta especialmente importante para el sistema cardiovascular, pero también puede ser efectivo tanto a nivel osteomuscular, articular, dermatológico, etc.

Entre los beneficios de del EPA y DHA encontramos que:

• Contribuyen al funcionamiento normal del corazón.

Y concretamente, el ácido docosahexaenoico (DHA) contribuye a:

• Mantener el funcionamiento normal del cerebro.
• Al mantenimiento de la visión en condiciones normales.

Cada perla de Active Inmunidad contiene 1000 mg de aceite de pescado, de los cuales 800 mg son  Omega 3 EPA (ácido eicosapentaenóico).

Los ácidos grasos Omega 3 procedentes del aceite de pescado de extracción en frío contienen un 80% de EPA en forma de triglicéridos para favorecer su absorción.

El EPA es un ácido graso omega-3 que contribuye al funcionamiento del corazón. Los omega-3 son esenciales para el organismo y se obtienen a través de la alimentación, mayoritariamente de pescados azules, nueces y semillas.

Concretamente, el EPA, es precursor de sustancias antiinflamatorias que forman parte de la familia de las prostaglandinas. EPA resulta especialmente importante para el sistema cardiovascular, pero también puede ser efectivo tanto a nivel osteomuscular, articular, dermatológico, etc.

Por otro lado, el EPA (ácido eicosapentaenoico) participa en la modulación de la respuesta inmune, ayudando a reducir la inflamación y el daño anatómico – funcional, mostrando su efecto antiinflamatorio.

El ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido Docosahexaenoico (DHA) contribuyen:

• al funcionamiento normal del corazón.

La vitamina C es un antioxidante hidrosoluble con un alto poder reductor. Actúa como cofactor para numerosas enzimas implicadas en la biosíntesis de colágeno, carnitina y algunos neurotransmisores, y puede atrapar una gran variedad de especies reactivas del oxígeno y del nitrógeno en medios acuosos. La vitamina C se considera esencial, ya que no puede ser sintetizada por humanos.

Esta vitamina se encuentra principalmente en los alimentos de origen vegetal en los que aparece de manera natural bajo dos formas químicas interconvertibles: ácido ascórbico (forma reducida) y ácido dehidroascórbico (forma oxidada); ambas formas poseen similar acción biológica. En general, todas las frutas y verduras la contienen en mayor o menor cantidad. Las frutas más ricas son las ácidas, ya que el pH bajo estabiliza la vitamina C (kiwi, fresas, grosellas, mango, naranja).

Entre sus funciones, la vitamina C contribuye:

• al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
• al funcionamiento normal del sistema inmunitario durante el ejercicio físico intenso y después de este.
• a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos.
• a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los huesos.
• a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los cartílagos.
• a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de las encías.
• a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de la piel.
• a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los dientes.
• al metabolismo energético normal.
• al funcionamiento normal del sistema nervioso.
• a la función psicológica normal.
• a la protección de las células frente al daño oxidativo.
• ayudar a disminuir el cansancio y la fatiga.
• a regenerar la forma reducida de la vitamina E.
• mejorar la absorción del hierro.

La vitamina D es una vitamina liposoluble que desempeña un papel importante en el metabolismo óseo y tiene propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras.

La vitamina D3 se puede obtener por exposición solar (90%) y a través de la dieta (10%). Sin embargo, su síntesis cutánea no es suficiente para alcanzar los niveles óptimos para mejorar nuestro estado de salud.

Las fuentes naturales más ricas en vitamina D son los aceites de hígado de pescado y el pescado de agua salada, como las sardinas, los arenques, el salmón y la caballa. Los huevos, la carne, la leche y la mantequilla contienen pequeñas cantidades.

Por otro lado, el sol, es una fuente de vitamina D. Sin embargo, diversos factores como protectores solares con un factor de protección superior a 8, la edad, una pigmentación más oscura, una latitud norte superior a los 40 grados y la estación invernal reducen la producción de vitamina D en la piel.

Entre las funciones, la vitamina D contribuye a:

• al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
• a la absorción y utilización normal del calcio y el fósforo.
• al mantenimiento de niveles normales de calcio en sangre.
• al mantenimiento de los huesos en condiciones normales.
• al funcionamiento normal de los músculos.
• al mantenimiento de los dientes en condiciones normales.
• al proceso de división celular.

La vitamina A es liposoluble. Dependiendo de si la fuente alimenticia es un animal o una planta:

• La vitamina A presente en alimentos de origen animal se llama retinol; es una de las formas más activas de la vitamina A.
• La vitamina A presente en la fruta y verdura se llama betacaroteno que, dentro del organismo se convierte en retinol, lo cual lo convierte en una importante fuente de vitamina A.

Entre sus funciones, la vitamina A (retinol) contribuye:

• al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
• al metabolismo normal del hierro.
• al mantenimiento de las mucosas en condiciones normales.
• al mantenimiento de la piel en condiciones normales.
• al mantenimiento de la visión en condiciones normales.
• al proceso de diferenciación celular.

El zinc es un oligoelemento muy importante que forma parte de una gran cantidad de enzimas y de otros metabolitos, distribuidos en todos los órganos, fluidos y secreciones del cuerpo humano.

El zinc está presente en muchos alimentos. La fuente más rica en zinc son las ostras. Las siguen la carne, pescado, mariscos, además de cereales de desayuno fortificados en zinc. En menor cantidad la contienen frijoles, nueces, cereales integrales, huevos y productos lácteos.

Entre sus funciones, el zinc contribuye:

• al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
• al equilibrio ácido-base normal.
• al metabolismo normal de los hidratos de carbono.
• a la función cognitiva normal.
• a la síntesis normal del ADN.
• a la fertilidad y reproducción normales.
• al metabolismo normal de los macronutrientes.
• al metabolismo normal de los ácidos grasos.
• al metabolismo normal de la vitamina A.
• a la síntesis proteínica normal.
• al mantenimiento de los huesos en condiciones normales.
• al mantenimiento del cabello en condiciones normales.
• al mantenimiento de las uñas en condiciones normales.
• al mantenimiento de la piel en condiciones normales.
• al mantenimiento de niveles normales de testosterona.
• al mantenimiento de la visión en condiciones normales.
• a la protección de las células frente al daño oxidativo.
• al proceso de división celular.

El selenio es un elemento esencial. Ayuda a su cuerpo a producir proteínas especiales, llamadas enzimas antioxidantes. Estas participan en la prevención del daño celular.

Los alimentos vegetales, como las verduras, son las fuentes alimenticias más comunes.

Entre las funciones, el selenio contribuye a:

• al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
• a la espermatogénesis normal.
• al mantenimiento del cabello en condiciones normales.
• al mantenimiento de las uñas en condiciones normales.
• a la función tiroidea normal.
• a la protección de las células frente al daño oxidativo.