Diferencia entre probióticos y prebióticos

En el artículo de hoy hablaremos de la diferencia entre los probióticos y los prebióticos. Dos conceptos que, aunque son aparentemente similares, tienen significados muy diferentes. Además hablaremos de Active Flora, que contiene cepas bacterianas (Megaflora 9 evo), fibras, Saccharomyces Boulardii y aloe vera para el tratamiento y mantenimiento de la salud gastrointestinal.
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Para comenzar un nuevo año de publicaciones, hemos decidido poner enfoque en un tema que muchas veces genera confusión debido a que se emplean términos que son aparentemente similares pero que tienen significados muy diferentes. En el artículo de hoy hablaremos de los probióticos y los prebióticos.

Al final de este artículo, haremos una recomendación de Active Flora, que contiene cepas bacterianas (Megaflora 9 evo), fibras, Saccharomyces Boulardii y aloe vera para el tratamiento y mantenimiento de la salud gastrointestinal.

¿Qué son?

Como ya hemos comentado en artículos anteriores, los ojos de la ciencia se están posando en nuestro sistema digestivo debido a que las interacciones que allí se producen, afectarían a todo nuestro organismo. El interés principal está centrado en la microbiota intestinal, que, como hemos comentado en otro artículo, ha abierto las puertas a numerosos estudios y los científicos le han dado en llamar el “órgano olvidado”. Esto tiene sentido si pensamos que por nuestro sistema digestivo ingresa nuestra fuente de energía y es por allí también por donde eliminamos los desechos que no nos resultan útiles.

Es por ello que, en los últimos años, la ciencia (y la mercadotecnia de las grandes compañías multinacionales) han puesto énfasis en los pre y probióticos, tratando de generar conciencia respecto de su utilización y los beneficios que podrían aportar a nuestra salud.

Según Cambridge University Press, los probióticos son alimentos que contienen bacterias vivas beneficiosas para la salud. Los prebióticos los define como ciertos oligosacáridos no digeribles, o sea que son aquellos que estimulan selectivamente el crecimiento de bifidobacterias en el colon. DOI:10.1079/BJN19980108

¿Por qué son importantes?

Para responder a esta pregunta, debemos primero saber qué es un alimento funcional. Según un informe publicado por la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, se consideran alimentos funcionales aquellos que, con independencia de aportar nutrientes, han demostrado científicamente afectar beneficiosamente a una o varias funciones del organismo, de manera que proporcionan un mejor estado de salud y bienestar.

Estos alimentos, además, ejercen un papel preventivo ya que reducen los factores de riesgo que provocan la aparición de enfermedades.

https://www.fesnad.org/resources/files/Publicaciones/guia_alimentos_funcionales.pdf

Los prebióticos y probióticos como alimentos funcionales

Se puede decir que un alimento es funcional si contiene un componente (que puede ser o no un nutriente) que afecta una o un número limitado de funciones en el cuerpo de manera específica para tener efectos positivos en la salud, o si tiene un efecto fisiológico o psicológico más allá del efecto nutricional tradicional.

Prebióticos

Un prebiótico se define como un ingrediente alimenticio no digerible que afecta beneficiosamente al huésped al estimular selectivamente el crecimiento y/o la actividad de una o un número limitado de bacterias en el colon. La modificación por parte de los prebióticos de la composición de la microflora colónica conduce al predominio de algunas de las bacterias potencialmente promotoras de la salud, especialmente -pero no exclusivamente- los lactobacilos y las bifidobacterias.

Los prebióticos son fibras vegetales especializadas que estimulan el crecimiento de bacterias sanas en el intestino

Hasta el momento, los únicos prebióticos para los que se han generado suficientes datos que permitan evaluar su posible clasificación como ingredientes alimentarios funcionales son los fructanos de tipo inulina, que incluyen inulina nativa de algunos vegetales, inulina u oligofructosa hidrolizada enzimáticamente y fructooligosacáridos sintéticos. DOI: 10.1093/jn/137.11.2493S

La inulina y la oligofructosa están presentes en cantidades significativas en diversas frutas y verduras. El consumo diario promedio se ha estimado en 3-11 gramos en Europa y las fuentes más comunes son el trigo, la cebolla, el plátano, el ajo y los puerros. La inulina y la oligofructosa de la achicoria están reconocidas oficialmente como ingredientes alimentarios naturales en la mayoría de los países europeos.

Además, los fructanos de tipo inulina se utilizan como sustitutos del azúcar, de la grasa y como un medio para proporcionar textura, estabilizar la espuma o mejorar la sensación en boca de diversos productos, como los yogures, gelatinas, helados y productos de panadería como galletas, panes y pasteles.

Beneficios de los prebióticos

Debido a la configuración β del C-2 anomérico en sus monómeros de fructosa, los fructanos de tipo inulina resisten la digestión en la parte superior del tracto gastrointestinal. Además, existe evidencia de que no se absorben en un grado significativo. Por lo tanto, se ha propuesto que se les denomine alimento colónico es decir, un alimento que entra en el colon y sirve como sustrato para las bacterias endógenas, proporcionando así directamente al huésped energía y sustratos metabólicos.

Una alta concentración de ácidos carboxílicos de cadena corta resultantes de la fermentación colónica de los carbohidratos no digeribles facilita la absorción colónica de minerales, particularmente Ca2+ y Mg2+. Además, independientemente de cualquier unión o secuestro de minerales, algunos carbohidratos no digeribles (por ejemplo los fructanos de tipo inulina) pueden mejorar la absorción y el equilibrio de los minerales debido al efecto osmótico que transfiere agua al intestino grueso, aumentando así el volumen de líquido en el que se encuentran estos minerales y, por lo tanto, pueden disolverse más fácilmente.

Los prebióticos son fundamentales para sustentar nuestra flora intestinal

Los datos sobre los efectos de los fructanos de tipo inulina sobre la colesterolemia o la lipoproteinemia son escasos y, al ser tan específicos, escapan al objetivo de este artículo. Para explicar un posible efecto de los fructanos de tipo inulina sobre la modulación del metabolismo de los triacilglicerol, se plantean dos efectos. El primer efecto es la modificación de las concentraciones de glucosa o insulina, porque la modulación dietética de la lipogénesis a menudo está relacionada con dichos cambios fisiológicos. El segundo efecto es la producción en el intestino grueso de ácidos carboxílicos de cadena corta, lo que resulta en un aumento de más del doble en la concentración portal de acetato y propionato en ratas alimentadas con oligofructosa. Además, se sabe que el propionato inhibe la síntesis de ácidos grasos, mientras que el acetato es un sustrato lipogénico.

Probióticos

Los probióticos contienen organismos viables, los cuales llegan al intestino en un estado activo, donde ejercen efectos positivos para la salud. En su mayoría incluyen bacterias productoras de ácido láctico y levaduras. Sus mecanismos de acción aún no están claros, pero probablemente modulen la permeabilidad de la membrana y el sistema inmunológico de la mucosa, manteniendo alejados a los patógenos de la superficie de la mucosa intestinal. Por otro lado, Lactobacillus y Bifidobacteria producen sustancias nocivas para las bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, y compiten con los patógenos en la adhesión celular.

Los probióticos contienen organismos vivos, generalmente cepas específicas de bacterias que mejoran la microbiota de nuestro intestino

Beneficios de los probióticos

Un estudio demostró que los bebés suplementados con una cepa de Lactobacillus casei tienen concentraciones aumentadas de inmunoglobulina A (IgA) circulante, lo que se correlaciona con una duración más corta de la diarrea inducida por rotavirus. https://doi.org/10.1203/00006450-199208000-00002

La intolerancia a la lactosa es un problema para ≤ 70% de la población mundial que tiene una cantidad baja de actividad de β-galactosidasa intestinal y para quienes la lactosa se comporta como un carbohidrato osmótico no digerible. Se ha demostrado que los probióticos mejoran la digestión de la lactosa al reducir los síntomas de intolerancia, así como al ralentizar el tránsito orocecal. https://doi.org/10.3168/jds.S0022-0302(93)77514-1

Los probióticos son beneficiosos para combatir y prevenir enfermedades intestinales, tales como mejorar la digestión, prevenir la diarrea o el estreñimiento, prevenir intolerancias, reducir el riesgo de cáncer de colon, entre otros beneficios

Las cepas probióticas de lactobacilos y bifidobacterias disminuyen la cantidad de enzimas microbianas fecales como β-glucuronidasa, β-glucosidasa, nitroreductasa y ureasa, que están involucradas en la activación metabólica de diversos mutágenos y carcinógenos.

La diarrea inducida por rotavirus y posiblemente el cáncer de colon son los únicos trastornos para los que existe evidencia de reducción de la enfermedad por el consumo de probióticos. Para la diarrea por rotavirus, diferentes grupos de investigadores que trabajan bajo una variedad de condiciones han informado consistentemente que los seres humanos que consumen productos lácteos fermentados con probióticos tuvieron una reducción de los episodios o una reducción del riesgo de la enfermedad. DOI: 10.1007/BF00395941

Para el cáncer de colon, la evidencia proviene exclusivamente de animales de experimentación, en los que se demostró que los lactobacilos y las bifidobacterias disminuyen el número de focos de criptas aberrantes, un marcador de riesgo de desarrollo de cáncer después del tratamiento con un carcinógeno químico. https://cancerres.aacrjournals.org/content/53/17/3914.long

Active flora

Active Flora está indicado para el tratamiento de trastornos gastrointestinales gracias a su composición de cepas bacterianas de gran supervivencia gastrointestinal, así como otros ingredientes entre los que se cuentan el Aloe vera, fibras y Saccharomyces Boulardii.

Active Flora contiene prebióticos, probióticos y Aloe vera

Dos cápsulas de este producto equivalen a un gramo de Active Flora que contiene Bifidobacterium lactis, Enterococcus faecium, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus paracasei, Lactobacillus planta rum, Lactobacillus salivarius, Lactococus Lacti. De esta forma, hemos creado una sinergia entre los probióticos que optimiza los resultados.

Active Flora actúa a en diferentes niveles:

  • Nivel 1: Interacciones microbio-microbio. Previniendo la colonización y sobrecrecimiento de bacterias potencialmente patógenas.

  • Nivel 2: Interacciones microbio con el epitelio intestinal. Compitiendo con las bacterias patógenas por la adhesión a los receptores y protegiendo la función de barrera.

  • Nivel 3: Interacciones microbio – sistema inmune. Bacterias disponibles para estimular el sistema inmune para producir anticuerpos frente a las bacterias patógenas.

Conclusión

El desarrollo de alimentos funcionales para el intestino está en sus inicios y solo tendrá éxito si se realizan investigaciones más exhaustivas sobre la fisiología digestiva, la microflora intestinal, el sistema inmunitario y la función de las mucosas.

La combinación de probióticos y prebióticos en forma simbiótica, como en el caso de Active Flora, podría afectar beneficiosamente al huésped mejorando la supervivencia de la microflora gastrointestinal saludable.

Trabajando en forma sinérgica, se estimularía selectivamente el crecimiento -o activaría el catabolismo- de un número limitado de bacterias en el tracto intestinal y mejoraría el equilibrio microbiano del tracto gastrointestinal.

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