¿Qué relación hay entre la microbiota intestinal y la modulación cerebral y el comportamiento?
Nuestro tema de hoy tiene que ver con los beneficios de la sociabilización, algo muy en boca de todos por estas fechas. Si bien es sabido que como humanos somos seres sociales, esta característica se va modificando conforme avanza la tecnología. Hoy revisaremos algunos estudios que están demostrando la importancia de sociabilizar más para tener mejores gérmenes en nuestro organismo.
Y algunos de vosotros os preguntaréis ¿qué tiene que ver esto conmigo? Pues, como estamos en época de fiestas y celebraciones, es el momento perfecto para aprovechar y afianzar lazos, reunirse con amigos y familiares para obtener no sólo beneficios afectuosos sino otros muy importantes que os contaremos a continuación.
La microbiota
Un creciente cuerpo de evidencia indica que la microbiota intestinal juega un papel crucial en la modulación tanto de la función cerebral como del comportamiento humano. De hecho, la microbiota intestinal es la más diversa y abundante del cuerpo humano puesto que la cantidad de microorganismos presente en el intestino es varias veces mayor a la de células somáticas humanas. Dentro del tracto digestivo, el colon es el principal contribuyente a la población bacteriana total, mientras que el estómago y el intestino delgado sólo hacen contribuciones insignificantes. De esto ya hablábamos en un artículo publicado en este mismo blog al que podréis acceder pinchando aquí.
Grupos de animales saludables
Este fue el puntapié que disparó nuestro artículo de hoy, cuando leímos en una revista de divulgación científica, que se había realizado un estudio en un grupo de macacos de una isla cercana a Puerto Rico. En este estudio, se demostraba que a mayor cantidad de interrelaciones sociales entre estos animales -ya sea por sociabilización o por acicalamiento-, mayor la cantidad de microorganismos benignos presentes en su microbioma. Esto se llevó a cabo estudiando muestras de heces de un determinado grupo de monos Rhesus. Si queréis leer el artículo completo, pinchad aquí.
Y el estudio científico que lo respalda lo encontraréis en https://doi.org/10.3389/fmicb.2022.1032495
Otro estudio basado en crías de cerdos arrojó resultados similares. Se separaron las crías recién nacidas en dos grupos. Un grupo de contacto social continuo temprano, donde los lechones de corrales adyacentes compartieron un corral mutuo a partir de los 14 días posparto y un grupo control donde los lechones no tuvieron contacto con individuos de corrales adyacentes durante el período de lactancia. Los resultados mostraron que el peso de la camada de lechones en el grupo control disminuyó significativamente a los 63 días en comparación con el otro grupo. El contacto social continuo también disminuyó significativamente la riqueza microbiana a los 16 y 35 días de edad.
https://doi.org/10.1016/j.animal.2021.100393
Algunas enfermedades relacionadas
La evidencia emergente indica que la flora intestinal juega un papel importante en la patogénesis de varias enfermedades en diferentes aspectos dentro de la esfera biopsicosocial en los humanos.
Una de estas enfermedades es la depresión y, como una de las causas de tal trastorno, se está revelando gradualmente el papel de los antibióticos. Varios estudios apuntan a que el uso de regímenes de antibióticos únicos y múltiples podría estar relacionado con la depresión al cambiar la microbiota intestinal y el eje cerebro-intestino. Este eje es una vía de comunicación bidireccional que conecta el encéfalo con el sistema digestivo.
La microbiota intestinal juega un papel imprescindible dentro del organismo
La microbiota intestinal juega un papel central en varias funciones fisiológicas dentro del cuerpo humano, incluida la resistencia a la invasión de patógenos, el fortalecimiento de la barrera epitelial intestinal, la mejora de la digestión y el metabolismo, la promoción de la absorción de nutrientes y la orientación de la maduración y la funcionalidad del sistema inmunitario del huésped. https://doi.org/10.1186/s12974-020-1705-z
El cerebro regula directamente la fisiología intestinal a través del sistema nervioso autónomo y el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal. De manera similar, el SNC regula indirectamente la composición y función de los microbios intestinales mediante la liberación de moléculas de señalización, como citocinas y péptidos antimicrobianos. Por otro lado, el microbioma intestinal también ejerce efectos sobre la función del SNC, aunque estos efectos reguladores varían en estados normales versus desordenados. A través de las interacciones entre el sistema nervioso entérico y el nervio vago, los microbios intestinales pueden afectar el desarrollo y la regulación del SNC. Además, esta regulación ascendente a menudo depende del eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal, los metabolitos microbianos, las moléculas de señalización del huésped y los factores de inmunidad. https://doi.org/10.1016/j.psychres.2019.112691
El síndrome del intestino irritable
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal funcional común. La desregulación del eje intestino-cerebro juega un papel central en la fisiopatología del SII. Cada vez está más claro que el microbioma juega un papel clave en el desarrollo y el funcionamiento normal del eje intestino-cerebro.
El nombrado síndrome genera un grupo de síntomas que incluyen dolor abdominal y hábitos intestinales alterados debidos a las interacciones anormales entre la dieta, cerebro, intestino y el microbioma. El SII plantea una enfermedad significativa, y se estima que el 20 % de los adultos desarrollan o desarrollarán síntomas en un momento determinado de la vida. Los síntomas surgen como consecuencia de una sensación o motilidad visceral anormal como resultado de anomalías en el sistema nervioso central o entérico, o ambos. DOI: 10.1016/j.ynstr.2017.03.001
Origen y continuidad
En un adulto humano sano, la microbiota intestinal está dominada por dos filos, Firmicutes (que incluye principalmente los géneros Clostridium, Enterococcus, Lactobacillus y Faecalibacterium) y Bacteroidetes (que incluye principalmente los géneros Bacteroides y Prevotella ). Los otros filos, incluidas Actinobacteria (principalmente Bifidobacterium), Proteobacteria, Verrucomicrobia y Euryarchaeota, están representados en concentraciones más bajas. Los cambios posteriores en la microbiota son muy importantes para mantener la salud del huésped durante toda la vida. El primer inóculo microbiano consiste en la microbiota materna y, desde el nacimiento hasta los primeros tres a cinco años de vida, la diversidad microbiana aumenta y converge hacia una microbiota similar a la de los adultos. Después de la infancia, la microbiota se convierte en un sistema estable a lo largo de la edad adulta, aunque los cambios a largo plazo son consecuencia de la dieta, el estilo de vida, las infecciones gastrointestinales, los tratamientos con antibióticos o la cirugía, así como la procedencia geográfica, pueden modificar la composición de la microbiota, disminuyendo o aumentando la diversidad bacteriana.
¿Cómo conservar y beneficiar la microbiota?
Active Flora está indicado para el tratamiento de trastornos gastrointestinales gracias a su composición de cepas bacterianas de gran supervivencia gastrointestinal (Megaflora 9 evo), fibras, Saccharomyces Boulardii y el agregado de aloe vera.
Hacemos especial énfasis en Megaflora 9 evo, principal componente de Active Flora, ya que es una mezcla bacteriana con mil millones de bacterias por cada gramo de producto (2 cápsulas). Contiene Bifidobacterium lactis, Enterococcus faecium, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus paracasei, Lactobacillus planta rum, Lactobacillus salivarius, Lactococus Lacti, de forma que ejerce un efecto sinérgico con los probióticos, optimizando los resultados para quien lo consume.
Como vimos en párrafos anteriores, poseer una microbiota saludable no es sólo positivo para la mejor asimilación de nutrientes, sino también para la prevención de enfermedades, dentro de las que se cuentan las relacionadas al área de la psiquiatría.
Una mejor flora intestinal también se puede adquirir y/o mejorar mediante el consumo de alimentos como el kéfir, yogures con probióticos, hábitos como la incorporación de fibra a la alimentación y la realización de ejercicio diario.
Conclusión
Una gran cantidad de investigaciones recientes ha sugerido que la exposición humana a los microbios ha cambiado drásticamente en los últimos 100 o 200 años (y antes de eso, con el origen de la agricultura hace más de 10 000 años), con los consiguientes cambios en el intestino.
Las comunidades microbianas que habitan en el tracto gastrointestinal de los seres humanos son complejas, dinámicas y críticas tanto para la salud como para la enfermedad. La composición de estas comunidades está influenciada por múltiples factores, como la dieta del huésped, la geografía, la fisiología y el estado de la enfermedad.
Algunos fármacos de uso frecuente, como los antibióticos, se recetan para prevenir y tratar infecciones bacterianas. Sin embargo, su uso puede ser tanto beneficioso como perjudicial. Por un lado, proporcionan componentes esenciales para la defensa microbiana y por otro, pueden perturbar la flora intestinal dejándonos expuestos a enfermedades de las que antes ni sospechábamos la etiología.
Active Flora de Salengei es un complemento alimenticio sin efectos adversos y con un alto grado de eficacia a base de prebióticos, probióticos y aloe vera. Esta opción terapéutica no sólo sirve para mejorar situaciones que ya se padecen sino también para prevención de futuras alteraciones.
¡Deseamos sinceramente que podáis pasar unas Navidades rodeados de cariño y con una salud de hierro! Nos reencontramos en muy breve tiempo para una nueva entrega de salud y bienestar.