La enfermedad de Alzheimer
Se acerca el Día Mundial del Alzheimer. Cada 21 de septiembre se conmemora un día especial para crear conciencia acerca de esta enfermedad. Este día es una campaña internacional que resalta los problemas que enfrentan las personas afectadas por este tipo de demencia. Una oportunidad para que la sociedad en general y organizaciones demuestren cómo podemos superar estos problemas y ayudar a las personas a convivir de una mejor manera con la enfermedad.
En este post hablamos de que es el Alzheimer y haremos un desglose de los puntos más importantes, partiendo desde las causas y consecuencias, hasta los abordajes terapéuticos más prometedores (de forma muy somera) que la ciencia sigue investigando.
¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas. https://www.alz.org/alzheimer-demencia/que-es-la-enfermedad-de-alzheimer
El nombre de esta enfermedad se debe al médico alemán Alois Alzheimer que investigó y describió por primera vez los hallazgos patológicos de esta enfermedad.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa
La Enfermedad de Alzheimer es de tipo neurodegenerativo cuya etiopatogenia concreta es todavía desconocida y en la que se produce la muerte de células nerviosas en determinadas regiones cerebrales. Hay, por tanto, una atrofia cerebral, disminución de la masa cerebral y afectación de la producción de ciertos neurotransmisores.
Del cúmulo total de proteínas que pueden participar en el desarrollo de la enfermedad, existe un consenso científico basado concretamente en dos proteínas cerebrales implicadas. La primera de ellas es la beta-amiloide (βA), que actúa desde el medio extracelular y se acumula formando placas denominadas placas seniles. Estas placas configuran uniones interneuronales que llegan a interrumpir la función neuronal.
En segundo lugar, y actuando desde el medio intracelular, se puede observar la acumulación de formas hiperfosforiladas de proteína TAU. En este caso se forman unos ovillos neurofibrilares intraneuronales que bloquean los sistemas de transporte celular. https://www.alzint.org/u/WorldAlzheimerReport2018.pdf
¿Cómo se sospecha del diagnóstico?
Los primeros síntomas de la Enfermedad de Alzheimer pueden ser:
Pérdida de la memoria. La disminución de la memoria, especialmente la de corto plazo, es el síntoma temprano más común de la demencia. Los recuerdos de cosas que sucedieron hace mucho tiempo pueden conservarse sobre los eventos recientes.
Dificultad para realizar tareas familiares. A las personas con la enfermedad a menudo les resulta difícil completar tareas cotidianas que normalmente les son muy familiares y que, generalmente, se hacen sin pensar. Es posible que alguien con demencia no sepa en qué orden ponerse la ropa o los pasos para preparar una comida.
Problemas con el lenguaje. Una persona con Alzheimer a menudo puede olvidar palabras simples o sustituirlas por palabras inusuales, lo que hace que el habla o la escritura sean difíciles de entender. También pueden tener dificultades para seguir una conversación y, por lo tanto, volverse más retraídos.
Desorientación en tiempo y lugar. Pueden perderse en lugares familiares como la calle en la que viven, olvidar dónde están o cómo llegaron allí y no saber cómo regresar al hogar. También se pueden confundir la noche y el día.
Juicio pobre o disminuido. Pueden vestirse de manera inapropiada, usando varias capas de ropa en un día caluroso o muy pocas en un día frío.
Problemas de concentración, planificación u organización. Pueden tener dificultades para tomar decisiones, resolver problemas o mantenerse al día con el pago de sus cuentas.
Extravío de cosas. Una persona con demencia puede poner cosas en lugares inusuales, como una plancha en la nevera o el cepillo de dientes junto a los tenedores de la cocina.
Cambios en el estado de ánimo o el comportamiento. La Enfermedad de Alzheimer puede hacer que alguien se vuelva inusualmente emocional y experimente rápidos cambios de humor o irritabilidad sin razón aparente. Además, pueden mostrar menos emoción o interacción social de lo que era habitual anteriormente.
Problemas con las imágenes o las relaciones espaciales. Las personas con demencia pueden tener dificultades para leer, juzgar distancias, ver objetos en tres dimensiones y determinar el color o el contraste.
Retiro del trabajo o actividades sociales. Pueden volverse muy pasivas, sentarse frente al televisor durante horas, dormir más de lo normal o parecer perder el interés en sus pasatiempos que les eran agradables.
El tratamiento
Actualmente no existe un tratamiento curativo para la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, hay terapias farmacológicas y terapias no farmacológicas -como por ejemplo las intervenciones psicosociales- que pretenden enlentecer el proceso de deterioro, procurando mantener el máximo tiempo posible la autonomía y las capacidades preservadas. Un tratamiento adecuado debería presentar las siguientes características:
- Integral: tanto con actuaciones farmacológicas como no farmacológicas, ya que el mantenimiento de la salud física es tan importante como el manejo de los síntomas psicológicos y de conducta asociados al deterioro. Debe mantenerse a la persona estimulada y procurar evitar el aislamiento que incide en el proceso de demencia. El tratamiento debe incluir también a la familia cuidadora que representa un importante recurso a lo largo de todo el proceso.
- Personalizado: ya que este proceso neurodegenerativo cursa de manera progresiva y en cierto modo errático, el tratamiento debe centrarse en la persona atendiendo a su individualidad, historia personal y recursos del entorno.
- Continuado: debe apoyarse a la persona enferma y a su familia a lo largo de todo el proceso de la enfermedad. Esto incluye el diagnóstico, el tratamiento, el seguimiento y los cuidados al final de la vida.
El tratamiento global debe comprender también la atención a la familia y al cuidador principal. Está comprobado que cuanta menos sobrecarga manifiesten y exista mayor resiliencia, la situación de la persona enferma será mejor, tanto en su calidad de vida como en su capacidad para responder a estímulos positivos o al tratamiento. https://www.ceafa.es/es/el-alzheimer/el-tratamiento-farmacologico-y-nf
Diferentes enfoques
Recientemente se ha publicado un estudio que generaría una asociación entre la disbiosis intestinal y la progresión de la enfermedad de Alzheimer. La conclusión fue que la progresión de la enfermedad se asocia con la alteración de la microbiota intestinal y la infiltración de células inmunitarias. El trabajo ha sido publicado por la prestigiosa Revista Cell Research y ha sido analizado por el Profesor David Holzmann, quien es referente internacional en Alzheimer. Su respuesta fue que, más allá de que está científicamente comprobada la importancia del mantenimiento de la microbiota intestinal, el estudio no contiene muestras significativas para avalar el resultado. Además, la agencia china competente, no ha dado a conocer los criterios de control. El estudio se puede ver en el siguiente enlace: https://doi.org/10.1038/s41422-019-0216-x
Recursos útiles
Para tener un poco más de información, os dejamos algunos enlaces que podrían ser de utilidad:
- https://afabaix.org/es/ AFA Baix Llobregat es la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer del Baix Llobregat.
- https://fpmaragall.org/ Fundación Pasqual Maragall para la Investigación sobre el Alzheimer.
- http://www.alzfae.org/ FAE Fundación Alzheimer España.
- https://www.ceafa.es/es CEAFA Confederación Española de Alzheimer.
Conclusión
La Enfermedad de Alzheimer afecta generalmente a adultos mayores, con mayor prevalencia en las mujeres, probablemente debido a su mayor expectativa de vida. Como mencionábamos anteriormente, al día de hoy no existe una cura ni un tratamiento que mejore sustancialmente las condiciones de vida de las personas que padecen la enfermedad.
Como siempre, en Salengei, hacemos foco en una alimentación balanceada, mantener una microbiota saludable a través de la inclusión de pre y probióticos, suplementación con antioxidantes para contrarrestar la inflamación producida por los radicales libres, complementos de ácidos grasos omega-3 y, por sobre todo, el mantenimiento de una correcta salud psíquica y social.
También, podemos sugerir nuestro Active Memory, que está especialmente indicado en personas mayores que quieran prevenir el declive cognitivo relacionado con la edad. La curcumina (Longvida®), los polifenoles (Memophenol™), un nootrópico (Bacopa monnier) en sinergia con algunas vitaminas, conceden a este complemento, un valor inestimable.
Todos estos instrumentos, aplicados en forma sostenida, podrían mejorar las condiciones de algunos enfermos, sino también potencialmente prevenir la aparición, no solamente de este tipo de enfermedad neurodegenerativa, sino de muchas otras de diversa índole.