Ashwaganda para la reducción del estrés, ansiedad y mejora de la memoria
Hoy hablaremos acerca de un adaptógeno, la ashwaganda. También nos enfocaremos en cómo nos podría ayudar con el manejo del estrés la ansiedad y la memoria.
El origen en la medicina Ayurveda
Ashwagandha es una palabra compuesta del idioma sánscrito; Ashwa significa caballo y Gandha significa olor. Según algunas fuentes, una primera acepción explicaría el característico olor a caballo de la planta, mientras que una segunda lo interpretaría como una sustancia capaz de reproducir la fuerza de un caballo.
La Withania somnifera, tal el nombre científico de la ashwaganda, se usa comúnmente en Ayurveda y otros tipos de medicina tradicional oriental. Esta planta ha experimentado un aumento global en su uso debido a su reputación como adaptógeno. Esta popularidad ha provocado un mayor estudio científico de sus efectos biológicos, incluida una posible aplicación para los trastornos neuropsiquiátricos y neurodegenerativos.
La ashwaganda pertenece a la familia de las solanáceas, es ampliamente conocida y goza de una formidable reputación en la medicina ayurvédica como hierba rasayana, es decir, que tiene propiedades capaces de rejuvenecer el cuerpo y promover la salud de todos los tejidos. Al clasificarla como un adaptógeno, nos referimos a que se comportaría como un agente promotor de la homeostasis de todo el cuerpo no sólo mediante un mecanismo farmacológico específico, sino también provocando otro tipo de respuestas más complejas. Las propiedades reconocidas incluyen la capacidad de mejorar la concentración, la memoria y el estado de ánimo, además de proporcionar resistencia contra algunos patógenos y ciertas enfermedades.
Manejo del estrés
El uso generalizado y creciente de la ashwaganda por parte del público general resalta la necesidad de una mayor comprensión de sus propiedades biológicas y activos para validar y optimizar su uso.
Afortunadamente, es una de las hierbas medicinales más estudiadas. En 2021 se realizó una revisión de alrededor de 140 compuestos informados de la planta. Entre ellos, los más conocidos son un grupo complejo de lactonas esteroides conocidas como withanólidos, que también se presentan como glucósidos (withanósidos). Se han informado más de 70 derivados de withanólidos individuales en las hojas y raíces de la ashwaganda, con niveles más altos en las hojas que en las raíces.
El estudio determinó también que contiene cuatro sitoindósidos de los cuales los sitoindósidos IX y X son derivados glicosilados de la withanolida, la withaferina A, mientras que los sitoindósidos VII y VIII son acilesterilglucósidos de cadena larga. También se han informado en la ashwaganda múltiples alcaloides, compuestos fenólicos y ácidos orgánicos. Los derivados de withanólidos son el grupo más común que se ha examinado individualmente para determinar sus actividades biológicas. De hecho, algunos withanólidos contienen sitios electrofílicos que confieren reactividad al grupo tiol, que puede desempeñar un papel importante en la mediación de la actividad biológica asociada con la actividad antioxidante y/o apuntar a otros sensores electrófilos que modulan las respuestas transcripcionales o postranscripcionales. DOI: 10.1016/j.jep.2020.113469
Según una revisión sistemática en donde se incluyeron 12 artículos con una muestra total de 1002 participantes y un rango de edad entre 25 y 48 años, se encontró que la suplementación con ashwaganda redujo significativamente la ansiedad y el nivel de estrés en comparación con el placebo. Además, el análisis de dosis-respuesta indicó un efecto favorable de la suplementación con la planta sobre la ansiedad con dosis de hasta 12.000 mg/día y el estrés con dosis de 300 a 600 mg/día.
https://doi.org/10.1002/ptr.7598
En otro estudio se intentó determinar los efectos sobre el estrés y algunos trastornos neuropsiquiátricos relacionados con el estrés: ansiedad, depresión e insomnio. Los extractos de raíz y hoja de ashwaganda exhibieron una notable actividad antiestrés y ansiolítica en estudios con animales y humanos.
También mejoraron los síntomas de depresión e insomnio. La ashwaganda pudo aliviar estas afecciones predominantemente mediante la modulación de los ejes medulares hipotalámico-pituitario-suprarrenal y simpático-suprarrenal, así como a través de las vías gabaérgicas y serotoninérgicas. Si bien algunos estudios vinculan componentes específicos de withanólido con sus beneficios neuropsiquiátricos, existe evidencia de la presencia de compuestos activos adicionales aún no identificados en la planta. DOI: 10.2174/1570159X19666210712151556
Seis estudios realizados en humanos, evaluaron el uso de ashwaganda para la actividad antiestrés en adultos de 18 a 75 años. Las poblaciones de estudio incluyeron participantes sanos, estresados, con sobrepeso u obesos. Los mismos experimentaban estrés laboral crónico, tenían diagnóstico de ansiedad y/o esquizofrenia y/o trastorno esquizoafectivo. El número de participantes en cada estudio osciló entre 52 y 130 participantes. Cada estudio administró la planta en forma de extracto, a través de cápsulas. Todas las presentaciones eran preparados comerciales. La dosis diaria de extracto osciló entre 240 mg y 1000 mg, y dos de los estudios utilizaron más de una dosis en el grupo de intervención. El período de tratamiento fue variable, con tres estudios que duraron 8,5 semanas, dos que duraron 8 semanas y uno que duró 12 semanas. El estrés se evaluó mediante los niveles de cortisol sérico y tres cuestionarios: la escala de estrés, ansiedad y depresión, la escala de estrés percibido y un cuestionario de salud general. La suplementación con ashwaganda mejoró los marcadores de estrés y los síntomas en la mayoría de los ensayos, así como la disminución de los niveles de cortisol sérico en comparación con el placebo. DOI: 10.4103/0253-7176.106022
Reducción de la ansiedad
Se observaron efectos ansiolíticos para los extractos de raíz, extractos de hojas y compuestos aislados de ashwaganda, incluidos withaferina A y una mezcla de sitoindósidos VII-X. Los extractos producidos a partir de las hojas o raíces y con varios solventes (agua, etanol, metanol, hidroalcohólico), proporciones de solventes y diferentes métodos de extracción produjeron efectos ansiolíticos, sugiriendo la posibilidad de múltiples compuestos bioactivos.
Además, los extractos potenciaron los efectos de conocidos ansiolíticos. Una dosis subterapéutica del extracto de raíz potenció el efecto ansiolítico de una dosis subterapéutica de diazepam en un modelo de aislamiento social en ratas. En un modelo de abstinencia de alcohol observado también en ratas, una dosis subterapéutica de un extracto de raíz etanólica de ashwaganda potenció la acción ansiolítica de una dosis subterapéutica de etanol. Es de destacar que, en un modelo de ratón con trastorno obsesivo-compulsivo, una dosis subterapéutica de extracto de raíz acuoso y metanólico potenció la acción inhibitoria del trastorno ejercido por la fluoxetina. DOI: 10.2174/1570159X19666210712151556
En humanos, el efecto ansiolítico de ashwaganda se evaluó en diez ensayos en adultos de 18 a 75 años. Las poblaciones de estudio incluyeron participantes descritos como sanos, estresados , diagnosticados con trastorno de ansiedad general o una afección relacionada, con insomnio o con esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo. Los tamaños de las muestras oscilaron entre 39 participantes y 130 participantes, y la mayoría de los estudios incluyeron entre 60 y 80 participantes. Todos los estudios administraron ashwaganda en forma de cápsulas o comprimidos, excepto uno, en los que se utilizaron gránulos de raíz seca. Las dosis diarias fueron variables, oscilando entre 125 y 1000 mg en estudios que utilizaron cápsulas o comprimidos y hasta 12 g en la forma de gránulos de raíz seca. En la mayoría de los estudios se observó una mejora en la ansiedad después de la suplementación con ashwaganda, medida por cambios en las puntuaciones de ansiedad. DOI: 10.7759/cureus.6466
En otro estudio de adultos que informaron un alto nivel de estrés, se encontró que la administración diaria de 240 mg durante 60 días disminuyó significativamente las puntuaciones de la escala de Hamilton en comparación con el placebo. En aquellos con trastorno de ansiedad general, se encontró que la administración de 12 g de una preparación de raíz seca de o de placebo disminuyó todas las puntuaciones de ansiedad medidas con respecto a los valores iniciales.
DOI: 10.1097/MD.0000000000017186
¿Cómo funciona la Ashwaganda?
El GABA es el neurotransmisor inhibidor más importante del sistema nervioso central y se cree que la neurotransmisión gabaérgica desempeña un papel clave en la regulación de la ansiedad. Los receptores GABA-A, son el principal sitio de acción de los fármacos agonistas del GABA, que estimulan la actividad gabaérgica y se utilizan comúnmente en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Existe evidencia sustancial que sugiere que los compuestos que se encuentran en la ashwaganda interactúan con estos receptores y los modulan, lo que puede explicar en parte su efecto ansiolítico.
En 1991, un grupo de investigadores demostró por primera vez la evidencia de la actividad mimética directa de la ashwaganda en los receptores mencionados anteriormente. Allí se descubrió que un extracto metanólico de la raíz aumentaba la entrada de iones cloruro en las neuronas de la médula espinal de los mamíferos en ausencia de GABA y también inhibía la unión del GABA de una manera similar a los agonistas del receptor GABA-A. Los ensayos de unión a receptores han demostrado que los componentes de los extractos de raíces metanólicas de la ashwaganda muestran una alta afinidad por los receptores GABA-A, con una afinidad significativamente menor por los receptores GABA-B, glutamatérgicos y opioides. DOI: 10.1016/j.phymed.2013.10.021
Las acciones estimulantes de la morfina y el etanol sobre las neuronas dopaminérgicas del área tegmental ventral en ratas fueron suprimidas por un extracto de raíz metanólica de la planta a través de un mecanismo mediado por GABA-A, pero no mediado por GABA-B. Por otro lado, los intentos de identificar qué compuesto específico de ashwaganda es el responsable de su actividad en el receptor GABA-A han sido infructuosos hasta el momento.
¿Es seguro el uso de Ashwaganda?
El uso generalizado de la ashwaganda como medicina tradicional y suplemento dietético, así como la literatura científica actual, respalda su seguridad general. En una revisión de ensayos clínicos que utilizaron preparaciones de raíz de la planta para una amplia variedad de afecciones, un grupo de investigación señaló que se observaron buenos resultados de seguridad sin eventos adversos graves ni cambios en los signos vitales, parámetros hematológicos ni bioquímicos.
Algunos estudios informaron eventos adversos transitorios de leves a moderados como somnolencia, mareos y vértigo, mientras que otros estudios en los que participaron adultos y niños no informaron ningún evento adverso. De manera similar, una revisión del año 2012 informó que la ashwaganda se ha utilizado en todos los grupos de edad y en ambos sexos, incluso durante el embarazo, sin que se hayan reportado efectos secundarios. https://doi.org/10.1007/s11101-011-9221-5
Otro estudio midió formalmente la tolerancia de un extracto de raíz utilizando la evaluación global de tolerancia a la terapia del paciente y encontró que tenía una puntuación alta. DOI: 10.7759/cureus.7083
También se ha demostrado que los extractos de ashwaganda son seguros en estudios de toxicidad en animales. Se investigó la toxicidad aguda y subaguda de un extracto hidroalcohólico de raíz en ratas hembra y no se observaron signos de toxicidad en el comportamiento ni cambios patológicos graves con dosis agudas de hasta 2000 mg/kg. De manera similar, no se observaron signos de toxicidad subaguda en ratas que recibieron 500, 1000 o 2000 mg/kg del extracto diariamente durante 28 días. Aun así, y a pesar de toda la evidencia, se requieren más estudios para examinar la seguridad de los extractos utilizando otros métodos de extracción y partes de plantas.
Si bien estos estudios sugieren que la planta en estudio no causa una toxicidad significativa, se debe considerar la posibilidad de eventos adversos derivados de las interacciones entre algunas hierbas y medicamentos. DOI: 10.1016/j.pbj.0000000000000015
Esto es debido a que pueden existir interacciones farmacodinámicas entre la ashwaganda y algunos grupos de fármacos, como lo demuestran los efectos aditivos observados en estudios con roedores tratados con imipramina, diazepam y fluoxetina. Las actividades gabamiméticas y serotoninérgicas observadas con los extractos en roedores sugerirían precaución al coadministrarla con medicamentos que funcionan mediante mecanismos similares. También pueden ocurrir interacciones farmacocinéticas cuando se altera la actividad de las enzimas que metabolizan algunos fármacos. Varios extractos de raíz de ashwaganda tuvieron valores reactivos altos para las isoenzimas CYP3A4, CYP2D6, CYP1A2 y CYP2C9 de la citocromo P450 en microsomas hepáticos humanos. DOI: 10.1016/j.cbi.2019.108825
Active Sweet Dreams de Salengei
Active Sweet Dreams contiene en su fórmula algunas plantas de uso tradicional como valeriana, lúpulo, pasiflora y melisa, reconocidas por sus propiedades ansiolíticas. Completan esta formulación los extractos de rhodiola y ashwaganda (KSM-66), que favorecen la relajación. A su vez, se agregan minerales como el magnesio, zinc, y vitamina B6, que son necesarios para el funcionamiento normal del sistema nervioso.
La ashwaganda KSM66 es un extracto de marca de espectro completo con la mayor concentración disponible en el mercado hoy en día. Se produce utilizando un proceso de extracción patentado único, basado en los principios de “Química Verde”, sin usar alcohol ni ningún otro solvente químico. KSM-66 utiliza solo las raíces de la planta ashwaganda sin absolutamente ninguna adición de hojas.
Conclusión
Desde tiempos inmemoriales, la ashwaganda se ha utilizado como tónico en la medicina ayurveda. Hoy, con muchísimos estudios a favor, se ha demostrado su alto poder en el tratamiento de la ansiedad, el estrés y en la mejora de la memoria.